"Y por Antioquia he de morir"
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BLANCO Y VERDE POR EL MUNDO
lOS DEPORTISTAS ANTIOQUEÑOS REPRESENTANDO A COLOMBIA
Los grandes logros del deportista antioqueño le han permitido hacer parte constantemente de las selecciones nacionales, pero ¿cómo es el escenario que afrontan los deportistas antioqueños cuando representan a Colombia?
El ultimate es relativamente nuevo en Colombia. El Comité Olímpico Colombiano narra que el ultimate comenzó como un deporte universitario en Bogotá en 1995 y apenas en el 2000 se realizó el primer torneo nacional. Su reciente nacimiento en el país lo ha dejado como un deporte rezagado en muchos aspectos, la Federación Colombiana de Disco Volador (FECODV) cumple apenas tres años desde su creación, apenas ahora es un deporte que se está teniendo en cuenta por el Comité Olímpico Colombiano, a pesar de que Colombia era percibido desde mucho antes de la creación de la Federación, como una futura potencia del deporte a nivel mundial. Colombia ahora es un equipo recurrente en las competencias internacionales, tanto a nivel selección como clubes, cuenta incluso con jugadoras rockstar como las gemelas Cardenas, quienes son reconocidas a nivel internacional como figuras del deporte y han hecho parte de equipos World All Star con los mejores jugadores a nivel mundial.
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En 2014, tres años antes de la creación de la FECODV, Colombia jugó como invitada el torneo europeo de ultimate en Italia. Agustín Rico fue uno de los jugadores que conformaron ese equipo. Agustín es un jugador de ultimate de 21 años, su carrera como jugador comenzó un año antes de su viaje a Italia en su colegio. Agustín destacó en las convocatorias abiertas de la Selección y se ganó un cupo para viajar a Italia. Desde entonces ha hecho parte del equipo nacional haciendo parte del mundial de Canadá en 2018.
Como deportista, Agustín ha contado con suerte, ha podido hacer parte de la selección en dos ocasiones con el apoyo económico de sus padres, pues él tiene que pagar los costos del viaje. Sin embargo, la suerte no siempre acompaña. Agustín, a pesar de haberse ganado el cupo, no fue participe de un certamen importante, el mundial junior de Ultimate Polonia 2016.
Él cumplió todo el proceso de convocatoria y finalmente consiguió su cupo, pero en esta ocasión situaciones familiares no le permitieron contar con el apoyo. Como lo cuenta Agustín, ese es uno de los problemas más grandes en este deporte debido a que el apoyo no está garantizado por ninguna entidad, pues la Federación en este entonces ni siquiera existía. Esta situación finalmente termina por afectar el nivel deportivo de la selección, “hay compañeros que no pueden viajar y son jugadores que la selección necesita”.
A pesar de los problemas de financiación la selección de ultimate ha tenido logros importantes. Los más recientes fueron la plata en los Juegos Mundiales en Wroclaw, Polonia en 2017, el subcampeonato Mundial de Clubes femenino del club Revolution disputado en Estados Unidos en 2018 y un cuarto puesto en femenino y sexto en masculino del Mundial sub-24 en Alemania en 2019. La selección cumple con el objetivo de competir con los mejores a nivel internacional, considerando además que son el país representativo de Suramérica
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Los jugadores de ultimate son aficionados, como la gran mayoría de deportistas del país, pues no todos los deportes cuentan con plataformas profesionales como lo hace por ejemplo el fútbol, que tiene una liga profesional establecida con patrocinios y clubes que les permiten a los deportistas ser profesionales y, por tanto, vivir del deporte. El ultimate cuenta con una plataforma de clubes como lo estipula la Ley del Deporte, en la que los clubes son la primera organización que le permite el acceso al deporte a los atletas.
Según el Decreto 1228 de Julio 18 de 1995, los clubes deportivos “son organismos de derecho privado constituidos por afiliados, mayoritariamente deportistas, para fomentar y patrocinar la práctica de un deporte o modalidad, la recreación y el aprovechamiento del tiempo libre en el municipio, e impulsar programas de interés público y social”
Agustín hace parte del club Macondo. Inicialmente hizo parte del club Revolution, una de las instituciones más grandes del deporte en Colombia, pero recientemente pasó al club campeón nacional. Para los jugadores de ultimate los clubes son la plataforma que tienen para la competencia constante, a falta de una plataforma profesional son las competencias aficionadas y universitarias las principales.
Sin embargo, aunque los clubes son las principales plataformas no cuentan con gran poder económico. Agustín participó en su primer torneo internacional con Macondo, para participar no solo tenía que pagar el viaje, sino que debe pagar la inscripción en la planilla, esto finalmente significó una suma de alrededor de 3 millones de pesos que debía conseguir para viajar. Agustín, como muchos deportistas, tuvo que buscar la manera de financiar el viaje y lo logró trabajando. Él es estudiante de Eafit y dio clases para conseguir gran parte del dinero, junto con el apoyo de su familia.
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John Jaime Osorio explica que en Colombia la estructura de los clubes es débil, lo que hace que en general la estructura del deporte sea frágil, pues los clubes, se supone, deberían ser la base del deporte. En ultimate hay una base, los jugadores pagan por hacer parte del club y el club les brinda la plataforma para competir, sin embargo, la poca audiencia del deporte y la falta de promoción del deporte, no solo por parte de los medios sino por parte de la Federación, la Liga e incluso los clubes hace más difícil conseguir el interés de patrocinadores que brinden apoyo económico a los atletas y financien al club en conjunto con el aporte de los deportistas.
Este problema de estructura genera que los clubes, en la gran mayoría de deportes, no se puedan autofinanciar y por tanto dependan del apoyo del gobierno desde las ligas, lo que finalmente termina gastando el presupuesto del deporte en entidades que, por naturaleza, deberían funcionar de manera independiente y autosostenible como base del deporte a nivel regional y nacional.
Agustín sabe que no vivirá del ultimate, pero su amor por el deporte y la competencia lo mantienen en esta carrera con la que dice que continuará incluso después de graduarse de la universidad, pero claro, primero tendrá que garantizar que su carrera le dé la oportunidad de no solo financiar las competencias, sino que además le permita el tiempo de mantenerse en un nivel de competencia que lo mantenga dentro de las categorías mayores de la selección nacional de ultimate.